El juego de simulación8
La dimensión “ro1”5
Un rol se puede
definir como un conjunto de actitudes, de comportamientos, de expectativas
etc... que determinan las conductas de los individuos en situaciones más o
menos definidas. Este conjunto define un determinado marco de representaciones
que permiten al individuo reaccionar con un mínimo de coherencia.
Los roles se pueden
definir en relación con:
a) su situación en
un marco institucional
b) la tonalidad afectivo-intelectual que los
caracteriza.
(En una escala que
incluye desde los roles instrumentales a roles emocionales).
En los juegos de
simulación las conductas están
parcialmente “controladas por sus consecuencias”9,
los roles, como norma general, tienden a ser instrumentales: orientados a la
eficacia en relación con un entorno restrictivo (el razonamiento tiende a una
tonalidad afectiva, aunque esta afirmación se deba matizar dependiendo del tipo
de juego de simulación). Por ejemplo10,
en el juego de la asamblea, los actores deben interpretar roles de diputados y
defender proyectos de ley que votará la asamblea. Aunque en este juego hay un
cierto margen de libertad en cuanto a la forma de interpretar el rol (diputado)
se pueden hacer las siguientes puntualizaciones: el rol está definido desde un principio, es relativamente rígido, es
sencillo y poco ambiguo.
En los juegos de
simulación más conocidos (Starpower11) las
consignas que se dan al comienzo no permiten determinar inmediatamente los
roles ya que las situaciones no están bien definidas. En la primera fase, los
jugadores cambian de jugadas en función de reglas muy precisas con el fin de
obtener el máximo de puntuación, lo que permitirá, en fases posteriores dividir
en ricos y pobres, y los roles entonces comienzan a definirse mejor. En este
caso el juego no asigna desde el principio unos roles bien definidos: los roles
surgen de sucesivas situaciones engendradas por el juego. En comparación con el
primer juego de simulación citado, estos roles son más flexibles y complejos y muy ambiguos (el concepto de rico o
pobre no es muy claro11).
Estos dos ejemplos
muestran como los roles pueden estar claramente definidos desde el principio, o
surgir durante el desarrollo del juego. En el primer caso diremos que están
parametradas de forma externa
(externa a los
individuos, ya que no se les dan desde el principio unas consignas precisas), y
en el segundo caso diremos que están parametrados de forma interna (son los jugadores los que determinan su rol en las
sucesivas situaciones que se les presentan12).
En el caso de los
juegos de simulación, la definición de los
roles plantea problemas en dos momentos:
1. En la creación del juego de simulación.
Es posible
determinar los roles de la siguiente forma:
a)
Eliminándolos, en la medida en
que no es posible representar un elemento suficientemente importante de la
situación a simular (en función de los objetivos pedagógicos que se le ha
dado). Por ejemplo, en el “Parent-Child game”, que simula la relación entre
padres e hijos, los hermanos y hermanas, y los padres y las madres se suprimen
en su especificidad. Se simulan las unidades mínimas: padres e hijos
(referencias en el capítulo 1, bibliografía 17).
b)
“El pseudo role”: este rol no está
incluido en la estructura de interdependencia del juego “game”, y por tanto no
tiene ninguna influencia en el resultado del juego (por ejemplo, el papel del
vendedor en el juego “Consumer game”13).
c)
El “gamed-role”: este rol, por el
contrario, está incluido en la estructura del juego “game”, y puede influir
directamente en los resultados finales del juego (por ejemplo, el papel del
diputado en el juego de la asamblea).
d)
El rol simulado: en este caso, el
rol no está representado por un individuo, sino simulado por un mecanismo. Por
ejemplo, en el caso del juego de la asamblea10, las cartas
representan las preferencias del electorado de cada diputado. Estos votos
(expresados en forma de votos favorables o desfavorables a los proyectos de
ley) influyen en el resultado final del juego. Las cartas representan a los
electores que, en algunas versiones del juego, no están presentes en la
asamblea.
EJEMPLO:Juguemos al Tribunal
EJEMPLO:Juguemos al Tribunal
2. En la aplicación del juego
Estos tres factores: Tipo de población, marco
institucional y consignas del juego pueden modificar profundamente el desarrollo
de la simulación en relación con la representación que de él se había hecho su
creador. En efecto, por ejemplo, la excesiva ingenuidad de los sujetos o su
percepción bipolarizada de una situación, las reglas admitidas en el marco
institucional o simplemente las consignas del juego implican el riesgo de
bipolarizar los resultados y no satisfacer el criterio de “verosimilitud”14.
Cuando en el marco
de un juego de simulación los roles son muy diferentes, puede ser interesante
“emparejar” a los sujetos en función de los roles que mejor les vayan15.
8 Forma parte de la intersección E del cuadro A.
9 Rolfe, J., Dearden, R., Kent, A., Rowe, C. y Brenyer, N. Oxford Geografy Project, Oxford University Press, 1977. Ver el tomo 3, Contrasts in Development, capítulo 3, en el que se describe el juego del vendedor de ganado, que utiliza una estructura de juego gambling”.
10 Ver “El poder legislativo”, referencia al final de la obra.
11 Starpower, Shorts, Garry. California, facsímil 2, P. O. Box 9, California 920i4m U.S.A.
12 La noción de “parametrización
externa e interna” implica la noción de “lugar de control” de la acción, (ver
capítulo 3 “El autotelismo”).
13 Zaltmen, G.: Por ejemplo The Consumer Game. Nueva York, Western
Publishing Co, Inc 850 Third Avenue, 10022, U.S.A.
14 La “verosimilitud” es el grado de
validez del “simulandum” en relación con el “sistema objeto”.
15 El animador puede preferir otros
métodos (distribución de roles al azar, etc...)
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