martes, 8 de mayo de 2012

Cuarta Parte La Palabra Revelada


“UNA HERMENÉUTICA ANALÓGICA DE LA PALABRA REVELADA EN EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO”

INDICE
     Títulos.- Páginas.-
                     Introducción. 2
                     1.- ¿ Qué entendemos por Hermenéutica ?. 3
                     2.- Una Interpretación Analógica. 4
                          2.1.- El modelo Analógico. 4
                     3.- La Palabra Revelada. 5
                          3.1.-La Hermenéutica Analógica del Texto Bíblico. 6
                     4.- El Lenguaje Cinematográfico. 7
                          4.1.- Semántica del Film. 8
                     5.- Séptimo Arte:
                           Un Campo de Hermenéutica Analógica de la Palabra Revelada.10
                           Conclusión. 12
                           Bibliografía. 13


3.- La Palabra Revelada.

        Beuchot afirma que todo lo que la hermenéutica considera lo hace en cuanto texto, como susceptible de ser textualizado. Así, los medievales vieron como texto la realidad misma, el mundo como un texto cuyo autor es Dios. Decían que Dios había escrito dos textos: la Biblia y el mundo, aunque, más que escrito, este último fuera también prolación verbal, habla, pues la palabra de Dios actúa, hace, es acción significativa; Dios hace cosas con palabras[9].
          Poseyendo este presupuesto, afirmado por los medievales y que reproduce Beuchot, podremos decir que, en sentido analógico y con bastante confianza, ambos textos mencionados son la manifestación de la palabra de Dios, cada texto es participación de Dios, dándose y donándose en su palabra, nos dice algo y se dice a sí mismo, es palabra que participa su ser de modo pleno pese a las limitaciones del “intérprete” que no puede evitar inmiscuir su subjetividad para descifrar lo que dice, lo que revela de ella misma a través de su palabra en la cual incluso revela su mensaje. Es la “Palabra revelada” en ambos textos, como tan acertadamente los califican los medievales y Beuchot reproduce, el mundo y el mismo texto bíblico.

3.1.-La Hermenéutica Analógica del Texto Bíblico.

       El trabajo de interpretación es, pues, según Beuchot, un proceso durante del cual el intérprete se da a la tarea de comprender un texto determinado, profundizar en su comprensión y ser capaz de explicar, pero también, agregaría, de sospechar de esa comprensión. En ese proceso, donde comprender es explicar y explicar es comprender, lo primero que surge ante ese dato y sujeto es que el texto es una pregunta interpretativa que requiere a la vez de una respuesta igualmente interpretativa.
        Todo lo dicho anteriormente debe ser la meta del intérprete y de su tarea interpretativa; esto es, hasta donde le sea posible, su meta debe ser discernir el mensaje tal como lo habrían entendido los lectores originales, en cuanto destinatarios inmediatos. El presupuesto que subyace detrás de este principio hermenéutico filosófico es no sólo que es posible entender el mensaje del texto, sino que también Dios ha comunicado a su pueblo un mensaje en ese texto, del cual espera una respuesta como efecto de ese mensaje.
        Ciertamente, como cualquier otro ser humano, y con la lente cultural propia, cada escritor/editor bíblico habría querido comunicar por medio del texto que escribió un contenido entendible que pueda producir un efecto transformador en los lectores de todos los tiempos. Es que Dios quiso que su revelación escrita funcionase como una ventana a través de la cual se pudiesen ver el mundo textual y cultural e ideológico del texto y su mensaje.
        Desde una perspectiva hermenéutica, lo anterior es innegable como lo es también el tener como meta de la tarea interpretativa el discernir y entender de la mejor manera posible ese mensaje histórico original. Sin embargo, habría que preguntarse si cada uno de estos autores/editores habría querido realmente comunicar un único y claro mensaje o, en su defecto, múltiples, contradictorios y hasta místico o escondido, como proponen respectivamente las hermenéuticas univocista y equivocista. Por esa razón, se podría argumentar que, la interpretación analógica estaría contribuyendo tanto a evitar las debilidades y peligros de las interpretaciones ya mencionadas como a impulsar el equilibrio analógico que tanto se urge en todos estos campos.
        Aunque falta mucho por desarrollar en cuanto a la estructura, la función y el aporte de la hermenéutica analógica, considero que es en este punto donde se puede ver cómo ella contribuye filosóficamente, en suma, de dos maneras valederas en nuestro proceso de interpretación del texto bíblico. La primera es proveyéndonos de varios sentidos legítimos del texto, no solamente de uno claro, preciso y objetivo; así, nos impide caer ingenuamente en lo unívoco, que considera se puede recuperar el significado total y exacto de un texto, autor o hablante. La segunda, permitiéndonos en ese mismo proceso ese equilibrio o punto intermedio prudencialmente analógico, al ayudarnos a evitar no sólo el univocismo, sino también dispersarnos en el equivocismo extremo que prolifera en la hermenéutica actual.


[9] Ibíd. Pág. 15. 



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