martes, 24 de abril de 2012

Tercera Parte Una Interpretación Analógica


“UNA HERMENÉUTICA ANALÓGICA DE LA PALABRA REVELADA EN EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO”

INDICE
     Títulos.- Páginas.-
                           Introducción. 2
                           1.- ¿ Qué entendemos por Hermenéutica ?. 3
                           2.- Una Interpretación Analógica. 4
                                2.1.- El modelo Analógico. 4
                           3.- La Palabra Revelada. 5
                                3.1.-La Hermenéutica Analógica del Texto Bíblico. 6
                           4.- El Lenguaje Cinematográfico. 7
                                4.1.- Semántica del Film. 8
                           5.- Séptimo Arte:
                                         Un Campo de Hermenéutica Analógica de la Palabra Revelada.10
                                         Conclusión. 12
                                         Bibliografía. 13


2.- Una Interpretación Analógica.

       Basado en cuanto hemos expuesto hasta ahora podremos afirmar que, al procurar una correspondencia menos distante, será la semiótica el criterio hermenéutico de la verdad. En efecto, al interpretar no basta ver corrección (sintaxis), ni la validez (pragmática); hay que ver la adecuación (semántica)[6]. Este último ha sido descuidado tanto por la corriente univocista como por la equivocista dándole mayor atención a la sintaxis o a la pragmática desestimando el sentido del texto, lo que en verdad quiso decir el autor, no sólo literalmente sino intencionalmente. En tal
Así, una hermenéutica analógica intenta abrir el campo de validez de interpretaciones cerrado por el univocismo de modo que pueda haber no una única interpretación válida, sino más de una, pero formando un pequeño grupo de interpretaciones válidas, según jerarquía, que puedan ser medidas y controladas con arreglo al texto y al autor. De esta manera no se exigirá una única interpretación como posible o válida, ni tampoco se dejará abierto hasta el infinito el ámbito de las interpretaciones a la vez posibles y válidas[7].
2.1.- El modelo Analógico.

        Para el fin anterior, arguye Beuchot, la hermenéutica requiere de una metodología, aunque ésta sea muy general, ya que tiene que ver con principios y reglas demasiado amplios. Pues bien, debido a que la hermenéutica estuvo tradicionalmente asociada a la sutileza él propone que esta metodología consiste en tres pasos que son a la vez tres modos de sutileza: 1)subtilitas implicandi, 2)subtilitas explicandi, y 3)subtilitas applicandi. Beuchot traslada estos tres momentos a la semiótica de la siguiente manera: el primero a la sintaxis ―coherencia entre los signos― que puede ser tanto intratextual como intertextual, el segundo a la semántica ―sentido textual― como correspondencia con la realidad (presente o pasada) o con algún modo posible (futuro o imaginario) al que alude, y el tercero a la pragmática ― relevancia contextual como convención entre interpretes (incluyendo al autor) a pesar de introducir elementos extratextuales (subjetivos o colectivos).
        Esto es así porque, como él firma acertadamente, es el significado sintáctico el que se analiza en primer lugar en el proceso interpretativo; sin él no puede haber semántica ni pragmática o, más claramente, sin él, en primera instancia, no puede conocerse el sentido del texto ni puede contextualizárselo, sin que se lo viole o imponga uno ajeno al suyo[8].
         En consecuencia, esta mediación analógica significa, entonces, una opción por la intención del texto y, por su puesto, del autor. Es que al texto y al autor se los lee desde nuestra situación, marco de referencia o tradición actual propia; esto implica que es imposible evitar introducir la propia subjetividad y los errores de comprensión, y recuperar la intención exacta y total del autor.


[6] Ibíd., M. Beuchot, Pág. 97.
[7] Ibíd., Pág. 7.
[8] Cfr. M. Beuchot, Op. Cit. Págs. 20 a 22.

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